La invitación a Wisconsin de Mireya Torres en Piera a finales de 2013 confirmó los mensajes que Black Hawk llevaba anunciando unos meses antes. Marzo del 2014 partí para Chicago y luego reconectar en Aiowa, Ilinois y Wisconsin las memorias chamánicas de los maestros piel Rojas
El mes de abril de 2014 visité Baraboo (Wisconsin), población norteamericana ubicada a 3 horas de Chicago, por un conjunto de sincronías unidas a una canalización de un maestro etérico piel roja Black Hawk (Halcón Negro) Ma-Ka-Tai-Me-She-Kia-Kiak. Jefe indio de una facción de los naciones sauk y fox y maestro espiritual que desde el mes de noviembre de 2013 se ponía en comunicación conmigo. La invitación de Mireya Torres a finales de año a Baraboo, justo la misa zona donde el piel roja había librado una de sus más famosas batallas me llamó la atención y sentí que debía ir. El centro internacional del Curso de Milagros está en el Delta Lake, muy cerca del lugar, pero especialmente experimentar una sanación con mi pasado indígena, acercarme al movimiento chamánico, a la sabiduría sobre la sanación etérica de Barbara Brennan, convivir con Mireya, y poner orden en lo que pudiera a mi conocimiento me llevó a preparar el viaje a lo largo de los tres primeros meses del 2014.
El Centro del Curso de Milagros fue una de las plazas que visité, lugar donde la canalización con los indígenas se acrecentó invitándome a seguir la senda del movimiento sanador chamánico piel roja.
El recorrido de encuentros tuvo lugar cerca del área que el maestro Black Hawk me comunicó 4 meses antes, entre el estado de Illinois, Wisconsin y Iowa.
Mireya Torres se convirtió en mi traductora, mi voz y mi gran compañera a lo largo de este gran recorrido entre los tres estados. Ambas recordamos, asimilamos y practicamos la herencia ancestral chamánica de América del Norte gracias a los maravillosos intercambios que recibimos de diferentes maestras en este saber.
Carol Meade, nombrada Mujer Cedro por una maestra Ojibwe en Canadá, fue con quien primero tomamos contacto en su taller en Des Moines (Iowa). Una consultora chamana que lleva 19 años practicando este conocimiento en Iowa.
Después de Carol, tomamos contacto con Ana Larramendi (Hollow Bone), cuyos ancestros son vascos, ejerce en Madison y se formó con Sandra Ingerman y Alberto Villoldo, y ha profundizado en el chamanismo tibetano Bön, Mapuche, celta, Huicho e inca.
Gracias a Ana fuimos recomendadas a viajar hacia el norte de Green Bay donde concertamos encuentro con Amy Wilinski
en su rancho Patience Hill Ranch, al norte de Wisconsin. Amy trabajó durante más de 25 años en centros médicos convencionales y contó con profesores como A.Villoldo, José Luís Herrera, Betsy Bergstrom, Doreen Virtue, James VanPraagh y chamanes incas. Ella nos ayudó a enlazar perfectamente el conocimiento nativo norteamericano y sudamericano chamánico con sus prácticas y aplicaciones en limpias energéticas físicas, espirituales y emocionales.
Recordando el viaje chamánico
A partir de sus enseñanzas y practicas fui recordando el ceremonial y ritual chamánico, sus utilidades y sentido en el lenguaje interdimensional, y cómo de alguna manera ya estaba efectuando el viaje chamánico en cada una de las terapias de sanación que aplicaba con los médicos del cielo desde hacía dos años.
Todo me resonaba y cada práctica, cada explicación era sencillamente un recordar ancestral, un viaje interno hacia otra dimension donde se corroboraba en cada célula el porqué de muchas dudas en el campo de la sanación y del crecimiento personal.
Un tiempo más tarde, tras conocer a la chamana Debra Morill que ejerce en el mismo Baraboo (fue como cerrar un círculo que aglutinó a 8 mujeres) fui poniendo el punto sobre la y en cada cuestión referida a este conocimiento.
Su amplio conocimiento sobre el saber nativo piel roja, y el celta europeo que recopiló en su programa de talleres The Shamanic Path, fueron poniendo el punto en la y dando nombre a cada puerta que había abierto en los útimos dos años en la camilla de cada hospital etérico que instalaba: La búsqueda de la pérdida de alma, el acompañamiento a la luz de los seres en su tránsito, la sanación ancestral, la extracción cristalina o la liberación de contratos anímicos…fueron algunos aspectos que fuimos recordando.
Su maravillosa generosidad, su luz y apoyo fueron cruciales para Mireya y para mi. Puesto que el reconocimiento de nuestro encuentro fue mutuo depositó en mi maleta los escritos que hasta ahora había reunido y que ofrece en su taller de formación como chamana. Entendimos ambas que nuestros guías hablan el mismo lenguaje y que de alguna forma la práctica del programa ya lo estaba ejercitando hacía tiempo, tan solo se trataba de poner nombre a cada capítulo de sanación.¡Mil gracias Bárbara!
Junto a este equipo de 4 maestras chamanas hago una especial mención para Sandra Ingerman, cuyo tabajo ha sido crucial en la formación de cada una de ellas y cuyos libros (más de 8), investigaciones y práctica por más de 30 años configuran una de las expertas máximas en el chamanismo que hoy se aplica en USA.
Junto a esta maestra para mi fue crucial unir también el conocimiento de Barbara Brennan. Una de las grandes impulsoras del conocimiento de la sanación energética con las manos y la cirugía etérica (libro: “Curar con las manos”, «Hágase la Luz»), con la que me une su práctica en la cirugía etérica y que menciono mucho en mis seminarios.
Así que desde Baraboo contactamos con su centro de Miami “Barbara Brennan School of Healing” puesto que realizaban talleres y seminarios a lo largo de esa primavera y fue instructor reunirnos con representantes de su alumnado en Madison. Kathryn Curio, enfermera y ex alumna de la Universidad de la sanación que había creado Bárbara nos apoyó explicándonos el funcionamiento, aprendizaje y experiencia en la escuela de Brennan.
Mientras la formación y asimilación del conocimientos de estas dos grandes disciplinas, el chamanismo y la sanación manual (que explica Brennan) me me permitía aunar el trabajo de los Médicos del Cielo y de los Guardianes de la Tierra fuimos aplicando la sanación en casa de Mireya para quien lo necesitó en la segunda parte del mes. También en el último periodo de la estancia en USA la casa de Carina, ya en Chicago, se convirtió también en otro marco de trabajo.
Allí justamente contacté con Tania Pazou, una maravillosa maestra de la terapia del movimiento, especialmente en el yoga y la danza. Ella fue el colofón de un viaje lleno de sincronicidades y mucho, mucho aprendizaje. Además me permitió comprender el movimiento de conciencia que tenía lugar en el área de Chicago, tomar nota de cuestiones referidas a la sanación etérica y de las dudas sobre cómo aplicarla en los cuerpos interdimiensionales, y cómo el hecho de ejecutarla en uno de nuestros cuerpos repercute en el resto de nuestros otros cuerpos sutiles. Gracias Tanya! Gracias Mireya! Gracias Debra! Gracias Kathryn! Gracias Amy! Gracias Carol! por recordarme como trabajaban los ancestros chamanes, por ayudarme a limpiar mi pasado y por enseñarme a discernir. Por eso tiempo después fui encajando lo mejor que pude parte de sus enseñanzas alineandolas con los Maestros Cristal-Corazón Esmeralda que guardan la Tierra, y conectan directamente con las frecuencias de los Médicos del Cielo. Es este el equipo etérico con el que me siento en este tiempo en sincronía cuando trabajo en la sanación. Así que agradezco a mis guías el haberme llevado allí y muy especialmente a Black Hawk, quien continúa este tiempo apoyándome.
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