Así mismo una incursión en 2015 en Yalova y Capadocia (Turquía) me permitió abrir las memorias de la música y danza Sufí y la práctica de la arterapia-chamánica centro asiática.
Experimentar los sonidos de los participantes del festival en Yalova y en especial del Maestro Rahmi Oruç Güvenç, fundador de TUMATA (Grupo para la Investigación y Promoción de la Música Turca), no hacía difícil esta apertura.
Primer contacto con la danza sufí en Málaga
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En Julio de 2015, Inmaculada, una buena amiga de Málaga me regaló un concierto individual con el experto en música Sufí, Ignacio Béjar. El traslado en el tiempo hacia el universo de los grandes sabios donde sanaban con esta extraordinaria música me enamoró de tal manera que a las tres semanas estaba participando en el Festival Sema que celebra en Yalova la organización Tümata (Grupo para la Investigación y Promoción de la Música Turca).
En 1976 el músico, profesor e investigador Rahmi Oruç Güvenç comenzó a recuperar el repertorio, las danzas, los vestidos, los recursos socioculturals y psicològics de la música turca, que se ha afirmado tiene una historia de al menos 6.000 anys, son los materiales de la musicoterápia que se redescubren en la medicina moderna y principals actividades de TÜMATA.
Viaje a Atenas conociendo al nuevo acompañante hasta Yalova
Tras viajar de Barcelona a Atenas, en el viaje un norteamericano por azar se convirtió en mi fiel acompañante hasta la llega a Yalova, población ubicada a 2 horas de Estambul.
Cada año celebran en ésta como en otros centros Turcos el Sema (samâ), lo que denominan la cura y el alimento del alma. Miles de años atrás los chamanes ya giraban sobre sí mismos en sus rituales sanadores, y todavía lo hacen. Hace más de ocho siglos, Jalaluddin Rumi (Mawlana), el gran poesta místico sufí de origen persa del S. XIII, instauró en Konya (Anatolia-Turquia) esta bella danza giratoria en la forma en que la conocemos hoy, transmitida por las cofradías sufíes mevlevíes hasta nuestros días.
Celebración del SEMA
24h de música sufí
Tümata celebra su edición del Sema en esta población con una inmensa participación internacional. Así durante 24h la música está sonando mientras las danzas se muestran. Aquí aprendí acercarme a la danza, sentí la energía de la mezquita y las memorias de los sabios subís.
Cada día tenían lugar junto a las danzas y conciertos charlas y encuentros de este conocimiento. La suerte de conocer a los músicos cómo Béjar o Jordi Delclós, que llevan tiempo expandiendo esta sabiduría en el Estado Español, y cómo el Maestros Oruç, recientemente fallecido, inundaba con su magia esa fiesta sufí en el espacio del Festival fueron determinantes en este encuentro.
También la maestra Nubia, conocedora y defensora del movimiento me ayudó a acercarme a ese arte. Después trasladarme a Capadocia, donde siguen vibrando las presencias del viaje de María y los apóstoles, y los primeros movimientos cristianos significó sellar el recuerdo. Los Archivos akáshicos hacían todo el resto. Era fácil abrir y sentir las paredes de esas cuevas, rocas, monumentos.
Un compañero, Ümit Inal, conocedor de lugares recónditos de Capadocia me llevó a través de su magia. El viaje permitió abrirme a los cantos, los tonos, las danzas y al recuerdo que el chamanismo centro asiático usaba de la arteterapia como lenguaje para sanar.
El traslado a la Isla griega de Lesvia fue el colofón del viaje a Turquía. Me traje a Barcelona una maleta llena de pócimas de cantos,músicas y bailes listos para ser explorados a través del viaje chamico con la sanación de los registros akáshicos.