El despertar del Arte que Sana tras una inspiración en Burdeos y regalo del Paraíso de la Costa Brava. Primer Taller de formación en Cadaqués
Viaje a Marmande (Burdeos)
Del encuentro en Abadiana el 2016 en Brasilia con la pareja de franceses que conocí, Daniel y Didier, y Noël Thierry y su madre suscitó numerosos intercambios en forma de mensajes informativos. Un año después, en noviembre de 2017, saliendo de Barcelona y recorriendo diferentes centros terapéuticos que frecuentaba antes de partir para América (Fraga, Zaragoza, Bilbao, Durango) me dirigí a Marmande (Burdeos) para visitar a Daniel y Didier, y a su buena amiga Canalizadora Marie. Francia es y ha sido siempre una tierra que me abre recuerdos de otros tiempos, esta vez el arte de Daniel me iba a ayudar a recuperar un conocimiento que había dejado atrás desde que entré en el campo terapéutico. De Burdeos el viaje continuó en Vatan, visitando a la familia de Noël Thierry para continuar aplicando la sanación Corazón Esmeralda.
De Marmande (Burdeos) a Vatan
Del encuentro en Abadiana el 2016 en Brasilia con la pareja de franceses que conocí, Daniel y Didier, y Noël Thierry y su madre suscitó numerosos intercambios en forma de mensajes informativos. Un año después, en noviembre de 2017, saliendo de Barcelona y recorriendo diferentes centros terapéuticos que frecuentaba antes de partir para América (Fraga, Zaragoza, Bilbao, Durango) me dirigí a Marmande (Burdeos) para visitar a Daniel y Didier, y a su buena amiga Canalizadora Marie. Francia es y ha sido siempre una tierra que me abre recuerdos de otros tiempos, esta vez el arte de Daniel me iba a ayudar a recuperar un conocimiento que había dejado atrás desde que entré en el campo terapéutico. De Burdeos el viaje continuó en Vatan, visitando a la familia de Noël Thierry para continuar aplicando la sanación Corazón Esmeralda.
Desde que volví de la Isla de Sant Pedro a Barcelona en agosto de 2017 para apoyar a mi madre por una cuestión de salud sentía que había perdido timón ya que América centró mis proyectos de los últimos tres años. Cuando mi madre fue restableciéndose sentí que un nuevo viaje, los guías me hablaban de Francia, sería el escenario para reconectar la información necesaria para marcar el norte de mi nueva brújula personal y profesional.
Visita a Daniel y Didier y su taller artístico
Así fue, en la visita de la casa de Daniel y Didier, justo en el momento en que el primero estuvo mostrándome sus obras pictóricas de su última exposición recibí un mensaje contundente: Debía de volver a Pintar y alquilar un Atelier (Taller artístico). Las palabras fueron bien precisas. Las sentí con intensidad y certeza. También como que antes de una semana encontraría el lugar. Mientras este acontecimiento tuvo lugar tuve la suerte de visitar también el centro budista Plumb Village de la Orden de Interser, donde me reuní con mis compañeras bilbainas, Núria y Andere.
Tras el estado de catarsis que supuso esta canalización comprendí que llevaba cerca de 20 años sin explorar con intensidad la pintura, a penas si había hecho alguna cosa cuando me dediqué a la enseñanza impartiendo clases de Educación Visual y Plástica en centros de Secundaria y Ciclos Formativos.
Tras recorrer 400 km hacia el norte en dirección París para visitar Vatan y atender a Noël y luego volver de nuevo a Tolouse y andar los caminos cátaros franceses continuó sin aparecer el atelier. Casi dejé la toalla pensando que aunque la palabra que llegó a mi cabeza estaba en el lenguaje francés , atelier -taller-, tampoco era descabellado alquilarlo en Barcelona.
Cadaqués
Pero el universo confabuló un nuevo lugar, inimaginable para mi entonces. Al pasar la frontera en la costa catalana decidí descansar una noche en un pueblecito maravilloso muy vinculado al campo artístico por ser cuna de pintores, músicos y creadores: Cadaqués.
Tras pernoctar allí una noche la casera del lugar me comentó que buscaba a alguien para compartir su taller (Atelier). En Cadaqués las palabras francesas se inmiscuyen en el lenguaje por la proximidad fronteriza, así comprendí la razón por la que entendí el mensaje de la canalización como atelier.
El taller de Alicia
Al día siguiente visité el taller de arte de Alicia, la artista que me alquiló la habitació y a los dos días me instalé en él como los antiguos pintores, llevándome simplemente mis pinturas, bastidores, un colchón, una lámpara y un hornillo para cocinar.
La ciudad de la luz Arco Iris
La etapa de Cadaqués solo hacía que comenzar, sin saber que empezaba a residir en un enclave energético sin parangón, la ciudad de Luz del Arcoiris, guardada por piedras pegmatites y pizarra que sepultan cuarzos de toda índole. Fui conectando los vórtices energéticos que Gaia regala a la humanidad con apoyo de las conexiones Akashicas y maravillosos compañeros terapeutas del lugar. Estrené así el primer encuentro de sanación y formación, que sirvió para conmemorar el reconocimiento del portal del hospital de luz que ofrece la zona.
Cadaqués y la conexión con el arteterapia
Junto a este proceso fui descubriendo la necesidad de recuperar el origen y sentido mágico y poderoso del arte, como canal de sanación puesto que a medida que pintaban, cantaba, bailaba o componía veía y percibía moverse y limpiarse de densidad los diferentes cuerpos sutiles aliviaba mi cuerpo físico, mental y emocional, a la vez que alineaba el espiritual.
Empezaron los artistas a explicarme sus procesos y veía con determinación que la sanación estaba en el acto psicológico desde la consciencia del acto artístico. El Arte Sana y fue incorporando el lenguaje Maya de su cálculo del tiempo en el que dicen que éste es Arte, y la esclavitud que el tiempo sea considerado Oro.